Con esto estreno nueva sección: Conservas y confituras
No hay nada más práctico en los tiempos que corren, que saber conservar los productos de temporada.
Hacer conservas es algo que siempre ha gustado en mi casa, aunque he de admitir que de forma limitada, ya que, hasta el momento, solo había hecho fritadas de tomates o pimientos y alguna que otra fruta. Poco a poco ¿no creéis?
En esta ocasión me he atrevido a publicar esta receta de una conserva que justo ayer cumplió un añito de conservada. La hice en su momento para probar que tal me salía y la verdad es que estoy bastante satisfecha con el resultado.
No se exactamente en cuanto tiempo "caducan" pero la textura parecía correcta, hizo el típico "clop" de pérdida de vacío y hacía buen olor... y todavía no me he puesto mala, jajaja! así que la damos por buena!
Ingredientes:
Alcachofas
Agua
Zumo de limón
Ajos
Especias al gusto (orégano, tomillo, pimienta, clavo...)
Sal
Aceite
Harina
Tarros de cristal
Preparación:
Preparamos un tarro con agua y un limón exprimido, este mismo limón lo partimos en trozos y los dejamos dentro del agua.
Pelamos bien las alcachofas, intentando quitarle los filamentos que tiene dentro. Conforme las vayamos haciendo, las vamos dejando en el agua con el limón, para evitar que se oxiden.
En una olla ponemos a hervir agua con limón (la proporción suele ser 1 litro de agua/2 cucharadas de zumo de limón) una cucharada de harina (esto me dijeron que servía para que estuvieran más blanquitas)y otra de sal.
De mientras preparamos los tarros donde vayamos a meter las alcachofas, han de estar bien limpios y secos. Dentro le ponemos un par de ajos mal cortados, y las especias que se nos antoje (en este caso yo he utilizado un poco de orégano, tomillo, 2 clavos de olor y unos granos de pimienta partidos). Los ponemos encima de un paño de cocina, preparado para poder envolver los tarros.
Cuando el agua esté hirviendo, hecharemos las alcachofas, y las dejamos hervir unos 5 minutos. Seguidamente, con la ayuda de una cuchara o tenedor, iremos sacando las alcachofas y colocándolas en los tarros, intentando rellenar al máximo, dejando 1 dedo hasta el borde del tarro. Cogemos el agua de la cocción, aún hirviendo, y la hechamos sobre las alcachofas. Cubrimos con aceite y cerramos (cuidado que quema!!!)
Si el agua estaba MUY caliente, no es necesario el proceso de esterilización, simplemente hemos de envolver los tarros con los paños y dejar que se enfríen poco a poco.
Si creéis que no estaba lo suficientemente caliente, seguir el procedimiento de envasado al vacío.
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Os agradezco sinceramente los comentarios y sugerencias que me haceis.
Tomo buena nota de ellos, no penseis que quedan en saco roto, porque los tomo todos MUY en cuenta.
Solo espero cumplir, en la medida de lo posible, vuestras espectativas. Gracias.